Camino al desarrollo humano
Desarrollo, crecimiento profesional y personal
Mi formación como licenciada en pedagogía infantil, me
ha permitido reconocer y evidenciar diferentes procesos educativos y sociales llevados
a cabo en el aula de clase y fuera de ella, donde mi compromiso y mi esfuerzo
para contribuir con el proceso de desarrollo y crecimiento de los niños y niñas
no lo miro sólo desde el espacio educativo, sino desde todo su contexto, y es a
partir de este reconocimiento que me parece fundamental para mi crecimiento
como profesional y como persona desarrollar la especialización en desarrollo
humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad, ya que me permite
generar procesos investigativos y de sensibilización, generando una transformación
de pensamientos no sólo interior, sino exterior, que contribuyan a mi formación
y así poder aportar a la formación integral de los niños y las niñas.
La formación que me brinda esta especialización me
aporta un conocimiento más amplio de los procesos creativos, afectivos y del
desarrollo humano, que puedo tener en cuenta en los procesos de aprendizaje y
enseñanza de los niños y niñas, generando diferentes espacios y procesos que le
permitan a éstos conocerse a sí mismos y a sus pares.
A partir de reconocimiento puedo llegar a construir
proyectos que ayuden a la comunidad generando un respeto por el otro,
entendiendo sus diferencias, sus emociones, sus necesidades y habilidades. Es
evidente que en la escuela se observan diferentes contextos sociales,
culturales, económicos y es a partir del reconocimiento de estas diferencias
que se puede llegar a enriquecer el proceso educativo, donde la aceptación del
otro como un ser humano diferente y la aceptación propia, nos lleva a entender
que somos seres humanos con diversos niveles de aprendizaje y desarrollo.
De la misma manera, me parece una oportunidad de
reconocer mi cuerpo y mente, de donde se desprenden mis procesos creativos y
sensibles, y así poder apropiarme de mis propias emociones y sensaciones,
interiorizando los conocimientos y experiencias que mi contexto, y personas que
me rodean me ofrezcan, ya que el manejo de las emociones de nosotros como docentes,
tienen incidencia con las motivaciones, experiencias y sueños de los niños y
niñas, por tal razón, me parece que esta especialización contribuye no solo con
el reconocimiento propio de mi cuerpo, sino de mis emociones y sensaciones,
aportándome un conocimiento más amplio
de los procesos creativos y afectivos que me ayudan a transformar y tener
diferentes posturas en mi campo de acción.
Al generar este reconocimiento y manejo de las
emociones, puedo llegar a ser un apoyo y ayuda para los niños y niñas, padres y
personas de la comunidad y contribuir con la creación de un ambiente sano para
los niños y niñas no sólo en la escuela, sino en su casa y comunidad, aportando
a un desarrollo social, emocional y cultural.
Igualmente me contribuye con mi desarrollo humano y
profesional, enriqueciendo un proceso formativo que he ido construyendo gracias
a mi carrera y abriéndome puertas para el futuro, donde voy tomando conciencia
de los conocimientos obtenidos y los apropio en mi profesión, aportando a la
formación de mis estudiantes y generando conciencia de su cuerpo, sus
pensamientos y potenciando su creatividad, imaginación y fantasía. Estos tres
aspectos son fundamentales no sólo en el proceso escolar, sino en la vida
diaria, donde a partir de éstos tenemos la posibilidad de crear nuevos mundos,
nuevas posibilidades de vivir y así, transformar la vida familiar, social, escolar
y emocional de los niños y niñas, aportando a la solución de conflictos y
ambientes de respeto, tolerancia y cariño.
Partiendo de esto, esta especialización potencia y me
permite pensar y crear proyectos de investigación, donde puedo identificar las
necesidades de la comunidad y de la infancia según su contexto social,
cultural, económico y moral; generando una reflexión y un pensamiento crítico,
que me acerca a las diferentes realidades de los seres humanos, aportando al
desarrollo de éstos y a las proyecciones de vida futura que se pueden ir
transformando según las posibilidades y oportunidades que se creen en estos
procesos, y así, poder brindarle a la comunidad aprendizajes significativos a través
de experiencias, emocionales, sensitivas y afectivas que involucren su cuerpo y
alma y potencien su confianza como seres humanos importantes de la
sociedad.
Es por esta razón, que la especialización se convierte
en un eje fundamental para mi profesión docente, donde no sólo me aporta
conocimientos teóricos, sino que potencia mi intervención con la comunidad y
con los niños y niñas. Me acerca a procesos sociales y me ayudan a crecer como
persona y como docente.
Es así, como este proceso de formación avanzada puede
fortalecer y aportar a mi plan de estudios, haciendo de mi una profesional
formada desde diferentes enfoques y posturas que me permiten tener una mirada
integral de la pedagogía y la infancia, donde los procesos creativos y
afectivos, marcan y guían el proceso de formación de todo ser humano y lo hacen
crecer como persona.
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