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jueves, 10 de abril de 2014


APRENDER Y CREAR IDENTIDAD


EL DESARROLLO HUMANO Y EL PEDAGOGO INFANTIL

El inicio de la formación en pedagogía infantil, tiene como centro el conocimiento de la infancia, sus dimensiones y diversas problemáticas que la rodean, tanto en el contexto colombiano, como las experiencias en el resto del mundo.
Todo este aprendizaje sobre la infancia y el desarrollo de los niños y las niñas desde distintas perspectivas, comprende un  conocimiento del otro, de observar como cada etapa es diversa para cada uno y como se asume erróneamente desde la homogenización del sujeto, cuando no es así; sin embargo esta homogenización del otro, no deja por fuera a quien se está formando, en este caso el pedagogo infantil, que se ve enmarcado, dentro de parámetros de formación, currículos y formas correctas e incorrectas de ejercer su profesión.
Todas estas dinámicas, que de cierta manera son configuradas como parámetros sociales, llegan a afectar y condicionar el desarrollo humano del pedagogo infantil, que en la mayoría de veces pasa desapercibido, por preocuparse por la observación de la infancia y del otro sujeto. De esta manera, preocuparse por la concepción y el desarrollo humano en sí mismo, del sujeto que se prepara como maestro es un ámbito que se deja a un lado y que es tomado en ocasiones para medirse en una escala o con test que aprueban o desaprueban sus aptitudes y capacidades frente a otros.
La relación entonces del pedagogo y sus estudios en la infancia, es una dualidad, en la que se interpone el conocerse a sí mismo o conocer al otro, esto sin saber, que guardan una estrecha relación que puede ser estudiada conjuntamente y que abarca aspectos similares y distantes que se pueden poner en dialogo si así se quisiera y se lograría con éxito; sin embargo se opta por una perspectiva distante, que sucede igual en los colegios y que viene a convertirse en una brecha cada vez más amplia que se observa luego entre maestros y estudiantes, olvidando así,  que quienes ahora son maestros fueron estudiantes algún día que criticaron conductas que ahora reproducen para caer en el sistema de enseñanza y aprendizaje que dirige las instituciones hace tiempo y que aunque existen pequeños cambios perdura hasta nuestros días.
Entonces la labor docente, se hace una tarea concebida desde la imposición, el cumplimiento de unas expectativas académicas y el desconocimiento del lado humano que esta trae consigo y que es  tan importante para brindar una mejor calidad de vida a los sujetos y a sí mismo.
Para concebir una escuela distinta, desde una óptica que vea al sujeto no solo como aprendizaje, sino como sentir, como  cuerpo y demás dimensiones que no estén solo escritas en un papel sino involucradas en la cotidianidad, en la vida dentro y fuera de la institución educativa. Esta idea, ha rondado la cabeza de muchos pedagogos infantiles e infinidad de trabajos de grado centrados en el cambio, la innovación y las nuevas miradas de la vida escolar integrada al mundo, sin embargo la realidad, al llegar al campo de trabajo es otra, y los sueños se tornan cada vez mas utópicos al estar rodeado de instituciones arcaicas en las que solo se puede buscar la manera de filtrar sistemas de enseñanza impuestos que distan mucho de lo que se encuentra escrito en el papel.
Ahora bien, expuesto esto, se hace fundamental entender qué lugar ocupa el pedagogo infantil en todo esto, sabiendo que es importante conocer a sus estudiantes y el contexto de los mismos, pero que es ideal comenzar por preocuparse por un pedagogo formado desde su conocimiento de sí mismo, desde su desarrollo humano y sus dimensiones.
La pregunta enfocada, hacia los pedagogos mismos, estaría entonces fundamentada, en ¿cómo aplicar una dinámica de desarrollo humano que integre los distintos ejes generadores para el conocimiento de sí mismo?
De este modo, el trabajo comenzaría entonces, por unos pedagogos consientes de quienes son , de lo que los hace ser seres emocionales y académicos en conjunto, pero sobre todo de iniciar una exploración sensible por las perspectivas humanas que nunca son tomadas en cuenta, o que muchas veces son una herramienta más de las actividades escolares o de la vida. Es por esto, que el sentido y la significación de cómo se aprecia la creatividad, la corporeidad y el arte como pedagogos, estará en ver mas allá del cuerpo como una herramienta y del arte como una manualidad, empezando a sentir y a comprender la significación y una expresión sensible que dialoga entre nosotros mismos y los elementos que se nos proponen como experiencia.
Para lograr que los pedagogos se conozcan desde si, y que se empiece a hablar de su propio desarrollo, hay que comprender un desarrollo humano, desde la misma óptica que se plantea para los estudiantes, desde las dimensiones, socio-afectiva, físico-creativa y cognitiva que permiten un desarrollo integral que apuntan a un eje específico y relacionado  El eje Corporeidad prioriza la dimensión Socio-afectiva, el eje Arte y vida cotidiana a la dimensión Cognitiva, y por último el eje Creatividad a la dimensión Físico-creativa.” (pág. 9,  2011).
De esta manera, el inicio de una exploración de estos ejes, para un pedagogo infantil, debe consistir en la aplicación de las mismas estrategias que usara con sus estudiantes para ser experimentadas por sí mismo.
Dentro de la experiencia de la corporeidad, el pedagogo infantil entenderá su cuerpo como un instrumento pero también como un productor y receptor de sensaciones y lenguajes que son interpretados por sus estudiantes, tomara conciencia de estos y sabrá manejarlos en beneficio de aprendizajes conjuntos desde lo personal, en eso consistiría la visión de ser y hacer cuerpo desde donde se conoce el interior para que pueda ser proyectado hacia los demás.
La expresión a través del arte será significativa en la medida que se aprecie el arte como un puente entre lo que este puede decir de la vida cotidiana, sea algo cercano “en un proceso de continua construcción, deconstrucción y reconstrucción del conocimiento” (pág. 15, 2011), de esta manera, el maestro no será un dueño de todos los saberes, sino que ira prendiendo a la par con sus estudiantes de manera que su dimensión cognitiva también realiza cambios que enriquecen sus conocimientos y los de sus estudiantes.
Y por último la vivencia desde el eje de la creatividad, como una posibilidad que cambia las percepciones y visiones de mundo, es la oportunidad de innovar y que nuestro conocimiento sea construido de maneras diversas. La oportunidad de ser creativos, se da solo por un maestro que se cuestiona diariamente por las situaciones que lo rodean, de esta manera ser creativos involucra un proceso de investigación, y de dialogo de saberes constante entre sus colegas y con sus estudiantes.
Aplicar nuevas perspectivas en la educación, y una forma nueva de pensar a los estudiantes, solo sería efectiva si se aplica desde los próximos maestros, la experiencia de este inicio conceptual distinto del desarrollo humano, al formar pedagogos infantiles, estaría dispuesta en la ampliación del concepto de desarrollo humano desde la creatividad, la conciencia corporal y la integración de los mismos, de manera que no sean una serie de factores desconectados de la cotidianidad del individuo.  
Pensar en un pedagogo que se conoce a sí mismo, y conceptualiza el desarrollo humano como una dimensión interactiva, cambiante y que interviene en las formas de apropiación del conocimientos, tanto suyos como de sus estudiantes.
Las dimensiones olvidadas del pedagogo infantil, están expuestas en la concepción de un desarrollo humano desde el reconocimiento del cuerpo, ese cuerpo que ha sido castrado y domesticado a través de los años y que es una en sí mismo, un elemento para ser y hacerse, constantemente en un rol cambiante en donde no solo se reconoce como pedagogo y maestro, sino como estudiante.
De esta manera el conocimiento de una nueva forma de comprender el desarrollo humano, solo se puede lograr a través de vivir estas nuevas dimensiones y ejes que se plantean como maestros, egresados y pedagogos, que quieren cambiar la manera de ver a sus estudiantes y que al mismo tiempo, pretenden una serie de innovaciones para mejorar la experiencia de enseñanza- aprendizaje en la escuela. Así, la preocupación por sus estudiantes, solo se puede dar si se mira introspectivamente la forma como concebimos el propio desarrollo, nuestra humanidad, el arte y la creatividad, y como se logran hacer conexiones validas para un aprendizaje que trascienda las escuelas y la labor docente.
BIBLIOGRAFIA:
Documento de trabajo, proceso participativo formulación de dimensiones- ejes-componentes- y estrategias didácticas y evaluativas. HERRAMIENTA PARA LA VIDA CORPOREIDAD ARTE Y CREATIVIDAD (2011).




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