APRENDER Y CREAR IDENTIDAD
EL DESARROLLO HUMANO Y EL PEDAGOGO INFANTIL
El inicio de la formación en
pedagogía infantil, tiene como centro el conocimiento de la infancia, sus
dimensiones y diversas problemáticas que la rodean, tanto en el contexto
colombiano, como las experiencias en el resto del mundo.
Todo este aprendizaje sobre
la infancia y el desarrollo de los niños y las niñas desde distintas
perspectivas, comprende un conocimiento
del otro, de observar como cada etapa es diversa para cada uno y como se asume
erróneamente desde la homogenización del sujeto, cuando no es así; sin embargo
esta homogenización del otro, no deja por fuera a quien se está formando, en
este caso el pedagogo infantil, que se ve enmarcado, dentro de parámetros de
formación, currículos y formas correctas e incorrectas de ejercer su profesión.
Todas estas dinámicas, que
de cierta manera son configuradas como parámetros sociales, llegan a afectar y
condicionar el desarrollo humano del pedagogo infantil, que en la mayoría de
veces pasa desapercibido, por preocuparse por la observación de la infancia y
del otro sujeto. De esta manera, preocuparse por la concepción y el desarrollo
humano en sí mismo, del sujeto que se prepara como maestro es un ámbito que se
deja a un lado y que es tomado en ocasiones para medirse en una escala o con
test que aprueban o desaprueban sus aptitudes y capacidades frente a otros.
La relación entonces del
pedagogo y sus estudios en la infancia, es una dualidad, en la que se interpone
el conocerse a sí mismo o conocer al otro, esto sin saber, que guardan una
estrecha relación que puede ser estudiada conjuntamente y que abarca aspectos
similares y distantes que se pueden poner en dialogo si así se quisiera y se
lograría con éxito; sin embargo se opta por una perspectiva distante, que
sucede igual en los colegios y que viene a convertirse en una brecha cada vez
más amplia que se observa luego entre maestros y estudiantes, olvidando
así, que quienes ahora son maestros
fueron estudiantes algún día que criticaron conductas que ahora reproducen para
caer en el sistema de enseñanza y aprendizaje que dirige las instituciones hace
tiempo y que aunque existen pequeños cambios perdura hasta nuestros días.
Entonces la labor docente,
se hace una tarea concebida desde la imposición, el cumplimiento de unas
expectativas académicas y el desconocimiento del lado humano que esta trae
consigo y que es tan importante para
brindar una mejor calidad de vida a los sujetos y a sí mismo.
Para concebir una escuela
distinta, desde una óptica que vea al sujeto no solo como aprendizaje, sino
como sentir, como cuerpo y demás
dimensiones que no estén solo escritas en un papel sino involucradas en la
cotidianidad, en la vida dentro y fuera de la institución educativa. Esta idea,
ha rondado la cabeza de muchos pedagogos infantiles e infinidad de trabajos de
grado centrados en el cambio, la innovación y las nuevas miradas de la vida
escolar integrada al mundo, sin embargo la realidad, al llegar al campo de
trabajo es otra, y los sueños se tornan cada vez mas utópicos al estar rodeado
de instituciones arcaicas en las que solo se puede buscar la manera de filtrar
sistemas de enseñanza impuestos que distan mucho de lo que se encuentra escrito
en el papel.
Ahora bien, expuesto esto,
se hace fundamental entender qué lugar ocupa el pedagogo infantil en todo esto,
sabiendo que es importante conocer a sus estudiantes y el contexto de los
mismos, pero que es ideal comenzar por preocuparse por un pedagogo formado
desde su conocimiento de sí mismo, desde su desarrollo humano y sus
dimensiones.
La pregunta enfocada, hacia
los pedagogos mismos, estaría entonces fundamentada, en ¿cómo aplicar una
dinámica de desarrollo humano que integre los distintos ejes generadores para
el conocimiento de sí mismo?
De este modo, el trabajo
comenzaría entonces, por unos pedagogos consientes de quienes son , de lo que
los hace ser seres emocionales y académicos en conjunto, pero sobre todo de
iniciar una exploración sensible por las perspectivas humanas que nunca son
tomadas en cuenta, o que muchas veces son una herramienta más de las
actividades escolares o de la vida. Es por esto, que el sentido y la
significación de cómo se aprecia la creatividad, la corporeidad y el arte como
pedagogos, estará en ver mas allá del cuerpo como una herramienta y del arte
como una manualidad, empezando a sentir y a comprender la significación y una
expresión sensible que dialoga entre nosotros mismos y los elementos que se nos
proponen como experiencia.
Para lograr que los
pedagogos se conozcan desde si, y que se empiece a hablar de su propio
desarrollo, hay que comprender un desarrollo humano, desde la misma óptica que
se plantea para los estudiantes, desde las dimensiones, socio-afectiva,
físico-creativa y cognitiva que permiten un desarrollo integral que apuntan a
un eje específico y relacionado “ El eje Corporeidad prioriza la dimensión Socio-afectiva,
el eje Arte y vida cotidiana a la dimensión Cognitiva, y por último el eje
Creatividad a la dimensión Físico-creativa.” (pág. 9, 2011).
De esta manera, el inicio
de una exploración de estos ejes, para un pedagogo infantil, debe consistir en la
aplicación de las mismas estrategias que usara con sus estudiantes para ser
experimentadas por sí mismo.
Dentro de la experiencia
de la corporeidad, el pedagogo infantil entenderá su cuerpo como un instrumento
pero también como un productor y receptor de sensaciones y lenguajes que son
interpretados por sus estudiantes, tomara conciencia de estos y sabrá
manejarlos en beneficio de aprendizajes conjuntos desde lo personal, en eso
consistiría la visión de ser y hacer cuerpo desde donde se conoce el interior
para que pueda ser proyectado hacia los demás.
La expresión a través del
arte será significativa en la medida que se aprecie el arte como un puente
entre lo que este puede decir de la vida cotidiana, sea algo cercano “en un proceso de continua construcción,
deconstrucción y reconstrucción del conocimiento” (pág. 15, 2011), de esta
manera, el maestro no será un dueño de todos los saberes, sino que ira
prendiendo a la par con sus estudiantes de manera que su dimensión cognitiva
también realiza cambios que enriquecen sus conocimientos y los de sus
estudiantes.
Y por último la vivencia
desde el eje de la creatividad, como una posibilidad que cambia las
percepciones y visiones de mundo, es la oportunidad de innovar y que nuestro
conocimiento sea construido de maneras diversas. La oportunidad de ser
creativos, se da solo por un maestro que se cuestiona diariamente por las
situaciones que lo rodean, de esta manera ser creativos involucra un proceso de
investigación, y de dialogo de saberes constante entre sus colegas y con sus
estudiantes.
Aplicar nuevas
perspectivas en la educación, y una forma nueva de pensar a los estudiantes,
solo sería efectiva si se aplica desde los próximos maestros, la experiencia de
este inicio conceptual distinto del desarrollo humano, al formar pedagogos
infantiles, estaría dispuesta en la ampliación del concepto de desarrollo
humano desde la creatividad, la conciencia corporal y la integración de los
mismos, de manera que no sean una serie de factores desconectados de la
cotidianidad del individuo.
Pensar en un pedagogo que
se conoce a sí mismo, y conceptualiza el desarrollo humano como una dimensión
interactiva, cambiante y que interviene en las formas de apropiación del conocimientos,
tanto suyos como de sus estudiantes.
Las dimensiones olvidadas
del pedagogo infantil, están expuestas en la concepción de un desarrollo humano
desde el reconocimiento del cuerpo, ese cuerpo que ha sido castrado y
domesticado a través de los años y que es una en sí mismo, un elemento para ser
y hacerse, constantemente en un rol cambiante en donde no solo se reconoce como
pedagogo y maestro, sino como estudiante.
De esta manera el
conocimiento de una nueva forma de comprender el desarrollo humano, solo se
puede lograr a través de vivir estas nuevas dimensiones y ejes que se plantean
como maestros, egresados y pedagogos, que quieren cambiar la manera de ver a
sus estudiantes y que al mismo tiempo, pretenden una serie de innovaciones para
mejorar la experiencia de enseñanza- aprendizaje en la escuela. Así, la
preocupación por sus estudiantes, solo se puede dar si se mira introspectivamente
la forma como concebimos el propio desarrollo, nuestra humanidad, el arte y la
creatividad, y como se logran hacer conexiones validas para un aprendizaje que
trascienda las escuelas y la labor docente.
BIBLIOGRAFIA:
Documento de trabajo,
proceso participativo formulación de dimensiones-
ejes-componentes- y estrategias didácticas y evaluativas. HERRAMIENTA PARA LA VIDA CORPOREIDAD ARTE Y
CREATIVIDAD (2011).
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